Pues ya estamos en casa, de vuelta en el DF, así que para hacer la transición más "leve" decidimos comer carne asada, de esa que hacen afuera del súper. Es como mezclar lo mejor de dos mundos en un muy singular sincretismo cultural. Por eso asamos también chorizo y comimos tortillas de maíz recién salidas dela tortillería de la esquina. Es lindo estar de regreso, los cuatro juntos. La pasamos viendo películas echadas en el sillón, mientras los niños jugaban en su recámara y venían cada media hora por su dotación de besos y abrazos. Cuando le pregunté a Sampi que por qué anda más "abrazador" que en Mty me dijo: "es que mis ositos aún están empacados y alguien tiene que hacer su trabajo". En fin, ha sido un día tranquilo, pero a mi yame toca ponerme darle duro a #LaTesis y la maestría otra vez.
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