Nos urge cambiar de manera de pensar. Debemos dejar de pensar que las personas nos pertenecen como si fueran un objeto al que podemos aventar, patear, pisotear, rayar, descomponer, reparar, arrumbar...
Las mujeres no somos propiedad de los hombres. Perdónenme que sea tan insistente pero no logro entender por qué el hecho de tener tetas, curvas y cadera me pone en un escaparate en el cual miradas anónimas se sienten con la autoridad moral de evaluarme, decirme cómo sentir, decirme qué desear, cómo vestirme, cómo comportarme, cómo exhibirme. Son años y años y años en los que los hombres se han sentido con la autosuficiencia de poner el cuerpo de las mujeres en el mercado sexual. ¿Cómo lo hacen? Se despojan de cualquier razocinio, de cualquier cualidad de autocontrol y discernimiento y ponen en manos de la mujer la responsabilidad. En otras palabras, una mujer no podría caminar desnuda por la calle sin que una horda de personas griten, hablen por lo bajo, chiflen, succionen, haga chasquidos con la lengua en franca reprobación. O sea que si a esa mujer le gritan cosas es que"no se dio a respetar" porque el respeto no es algo que una persona pueda brindar nada más porque sí. O si a esa mujer la toquetean es porque "se puso en el toqueteo" porque claro, la anatomía y desnudez de la mujer está hecha ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE para el deleite de los varones, de algunas mujeres y para la censura de otros tantos.
Voy a aclarar que estoy siendo completamente sarcástica por si acaso no había quedado claro. No estoy enojada u ofendida de algo en particular, es algo que merece la pena reflexionar ahora que en Monterrey se está convocando a la MARCHA DE LAS PUTAS este próximo 10 de julio. En el evento de Facebook hay una amplia diversidad de comentarios pero muchos parten del supuesto de algo que tendría que ser erradicado por completo: La creencia de que el cuerpo de la mujer es para el deleite y recreación de la población masculina y la creencia de que el hombre es un ser irracional, cavernícola y retardado que no es capaz de controlar el impulso de saltar encima de una mujer cuando esta mujer viste como una cualquiera facilota prostituta según el código de vestir social de determinada región. Puede que sea cierto que existen mujeres que se dedican a incitar y provocar, pero también hay hombres así. Pero de la misma manera la parte masculina debe ser capaz del autocontrol. ¿O qué significa esto? Que uno queda libre de toda culpa y responsabilidad nada más porque el otro o la otra me provocaron. ¿O sea que puedo matar a alguien y justificarme diciendo "pos pa qué me provocaba si ya sabía que era un simpe mortal"?
Sé que es muy difícil borrar de nuestro cerebro las enseñanzas que por generaciones nos han transmitido respecto al comportamiento del hombre y la mujer, pero precisamente lo bonito de reflexionar es que podemos cambiar nuestro entorno y nuestra sociedad para vivir en armonía. ¡Y vaya que nos hace falta en una ciudad como ésta!
Esta marcha ya se hizo en Gdl. No sabes si de casulidad se está haciendo en todas la ciudades del país?
ResponderBorrarPues sé que ya se hizo en el DF y en Tijuana. Ahora toca el turno a Monterrey. Ojalá sí se replique porque genera muchísima discusión y así aprovechamos precisamente para sembrar la semilla de la reflexión.
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