Y toda esta lucha es sobre el amor, sobre la armonía, sobre nuestro deseo de vivir en un mundo cordial. Todos queremos eso: vivir tranquilos y felices. Esta lucha es porque se respete tanto mi derecho como el ajeno. Esta lucha, esta petición a los legisladores de Nuevo León, es porque todos podamos vivir y convivir con la seguridad de que todos estamos en pleno conocimiento y pleno ejercicio de nuestro derecho. Nuestro derecho a amar, nuestro derecho a casarnos, nuestro derecho a darle bienes a nuestra pareja, nuestro derecho a construir un patrimonio, nuestro derecho a vivir en la legalidad, nuestro derecho a elegir, nuestro derecho a manifestar nuestro amor, nuestro derecho a manifestar nuestro amor y nuestro afecto en los espacios libres, porque nuestro afecto no afecta.
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