Aquí vine porque vine...

Pues mi muy adorada y bien querida Anita ha utilizado una táctica semejante conmigo y heme aquí posteando una vez que se han completado los 12 comentarios de rigor. Está aquí muy próxima a mí, y cualquier movimiento sospechoso que yo haga lo fiscaliza con un "una cosa es ver videos de Jorge Negrete y otro es ver de sus nietos, así que ponte a postear".

La vida es eso que ocurre mientras revisas y revisas

Yo he trabajado desde los 19 años, pero de una forma u otra, siempre había tenido la suerte de tener un jefe y un horario flexible. Hasta que tuve mi primer empleo en el DF a los 25 y trabajaba prácticamente de sol a sol y con 2 horas de comida que me parecían eternas. Guardo recuerdos muy gratos de ese primer trabajo que solamente duró un mes y medio a lo sumo porque por alguna tranza de esas que se estilan por nuestra muy querida capital, nuestra contratación no estaba dada de alta y no nos iban a pagar. Ahí conocí a unos muy queridos amigos (Rous, Toño, Rodolfo, Brenda, Yuri, Nancy) que siempre que nos pedían imposibles, que después de tanta impotencia porque ya debíamos lo que no habíamos ganado, se ponían a cantar: "No me pidas más de lo que puedo dar"

(quitamos el video para que se cargue más rápido la página!!!)

Y bueno, justo este fin de semana los recordé cuando en una de estas piruetas kármicas de mi vida, me vi cubriendo 2 turnos de 16 horas para sacar adelante la corrección de uno de los libros en los que trabajo.

Llegué el sábado a las 9 de la noche y me fui a la 1:30 de la mañana. Luego regresé el domingo a la 1:30 de la mañana y salí a las 5:00 de la mañana, para regresar ese mismo lunes a las 5:30 de la tarde y volverme a ir a la 1:30. Y yo justo a la 1:29 del martes casi al borde del colapso nervioso me acordé de la KGB cantando "No me pidas más de lo que puedo dar". Y claro, recordé que mi frase favorita en aquel entonces era "la vida es eso que pasa allá afuera mientras haces guiones de e learning". En fin, ¿qué me perdí?

Pues me perdí la mitad del sábado que tenían junta para la organización de VISIBILIDADES. Me perdí la fiesta de Nora. Me perdí la reunión de mis compañeritos de la secundaria. Me perdí la visita express que Ana y los bebés le hicieron a Myrna. Luego el domingo quise recuperar terreno pero ya estaba yo severamente desvelada. Ana y yo llevámos a los hijos al matiné a ver las Crónicas de Spiderwick y yo, aún cuando iba en la más firme de las intenciones de roncar la película, tuve que andar persiguiendo a mis Tiagos por todo el cine porque la matiné era en el Río 70 y ya saben, ahí hay quinientas mil escaleras y estrados y recovecos que explorar.

Ante toda invitación yo respondía con un resignado: "No, no puedo, tengo que ir al trabajo", cosa a la que más de uno me respondió de retache: "Bueno, pero no vas a trabajar todo el día" y la tormenta empezaba cuando efectivamente sí tenía que trabajar todo el día. En fin el que por su gusto es buey...

El domingo Ana después de la matiné y de irme a depositar al trabajo se fue a festejar a su madre y luego ya bastante harta de mi reclusión pasó por mí para ir a la cena de festejo de Elva; consideró que tampoco un par de horas que saliera a felicitar a Elva se iba a notar tanto.

Retomando banderas

En un post pasado salió el tema de la diversidad dentro de la diversidad y demás cosas relacionadas. Y creo que uno de los comentarios que faltaron hacer al respecto es sobre las banderas que vamos a defender cada uno de nosotros. Hay personas que defienden a morir los colores de un equipo, el rap, la trova y hasta las canciones de Arjona, y mientras no dañen la integridad de nadie, pues está bien que busquen la felicidad por ese lado. Asimismo, hay personas que deciden ser activistas en cuestiones ecologistas, de derechos humanos, de libertad de expresión, de los derechos a los grupos vulnerables, de la diversidad sexual, de la política de izquierda, etc. Yo creo que independientemente de todo, uno debe escoger su causa y enarbolarla y morirse con y por ella. Uno puede tener unas cuantas causas más compatibles con la principal que es la que sí te quita el sueño. Mi reflexión sobre la diversidad y la tolerancia y ahora sobre las banderas y causas viene a razón de que una vez que de manera personal nos asumimos como "algo" no quiere decir que tengamos por obligación ser parte de los otros "algos", sino que también debemos tolerancia, en primer lugar, y respeto en segundo, hacia esas diferencias.

Yo recuerdo mi primer encuentro con el activismo en el Distrito Federal como un acto violento hacia mi ideología y empecé a tragarme conceptos e ideas a diestra y siniestra, y más tarde, cuando empecé a digerirlas fue cuando comprendí un poco la necesidad de aclararnos de manera íntima nuestras posturas. Con esto quiero decir que si no nos gusta el activismo político en pro de los derechos de los gays y lesbianas está bien, si uno decide permanecer en el clóset por uno y mil motivos también está bien, sin embargo hay un costo por ello, y lo mismo pasa al revés. La repercusiones históricas no las vamos a conocer, porque los cambios sociales no se dan de la noche a la mañana, pero las inmediatas sí. Yo creo que lo valioso de este proceso es enfrentar con honestidad cada uno de nuestros pasos. Ingenuamente pensé que el asunto de salir o no del clóset tenía más que ver con lo emocional (que sí y una buena parte tiene que ver) que con lo político. El comentario más frecuente que me han dicho y que yo desde luego utilicé (y lo utilizo) en su momento fue que en mi trabajo no lo iban a entender y que me iban a correr y que por mi posición y el contacto y la imagen no era conveniente. ¿Y qué es eso si no política laboral? Ahora, que tampoco estoy tratando de convencer a nadie de que salga del clóset, lo que trato de decir es que dentro o fuera tenemos la obligación de reflexionar y de entender el mecanismo de la sociedad. Y sobre todo reparar que hasta la anarquía y la apatía forman parte de la política y no hay mucho para donde hacerse. Creo que en esa necesidad de pensamiento profundo alcanzaremos a vislumbrar dónde en el mapa mundi estamos parad@s y si ese es el lugar que queremos ocupar.

En fin, se acabó la reflexión. Yo creo que hoy en día tengo más clara mi causa y ésta es inspirada por mi realidad y mi entorno: los derechos reproductivos de gays y lesbianas y la necesidad de una legislación que si al menos no proteja, por lo menos no acuse y castigue. ¿Cuál sería su causa? ¿Nunca lo habían pensado? ¿No ven la necesidad de una? ¿Apenas lo están pensando?

AAAAAH y se me olvidaba

Yo sé que al bloguero le quedó bien claro el tema, y para qué le explico si ya se sabe el sistema: No, mejor sí se lo explico: 12 comentarios para un nuevo post según la reforma decretada por Ana hasta próxima derogación.