Días ha, mi mujer, mi suegra y mis hijos se lanzaron a una increíble y fascinante aventura por tierras capitalinas (muy añoradas por mí, por cierto) y hasta la fecha no han vuelto con noticias ni nada por el estilo.
Una amiga aseguró al enterarse de la noticia: "Eso es abandono de hogar", pero eso me confundió aún más, porque primero habría que establecer cuál hogar abandonó y si vamos más allá entraríamos a terrenos epistemológicos sobre quién abandonó qué hogar, lo cual lejos de ayudar, complica más las cosas. En fin, el punto aquí es que ella está allá y yo acá, y esta situación me ha hecho protagonizar las más diversas tragedias acompañadas obviamente por su respectiva banda sonora. Resaltaré únicamente la gradación de mi soflamería a través de los siguientes títulos: Déjenme si estoy llorando (ni un consuelo estoy buscando quiero estar solo con mi dolor), Soy un desastre (cuando tú no estás en casa), Canción mixteca (qué lejos estoy del suelo donde he nacido), Serenata tapatía (yo te juro que ni el sol, la luna ni las estrellas, juntitas toditas ellas iluminan como tú), Cocula (ando en busca de una ingrata, de una joven presumida que se fue con mi querer), Perfecta (cómo fue que de papel cambié, eras mi amiga y ahora eres mi mujer debes ser perfectamente, exactamente lo que yo siempre soñé).
Esto tal vez no tenga nada que ver con los acontecimientos, pero es algo que soñé en días pasados. Resulta que, ni ustedes están para saberlo ni yo para contarlo, cuando salí del clóset una de mis fantasías era hacerlo con una mujer mayor, donde mayor incluía a mujeres de 30 años en adelante. Pues en mi sueño iba yo a casa de una amiga que tenía una hija de 17 años, más o menos, y durante toda la visita la chavita me estaba haciendo ojitos. Yo no la pelaba, obviamente, pero pasó que cuando mi amiga que ya era una ñora se paró a prepararme un licuado (juro que en sueños no suelo ser tan gorrona), la chava se recostó en mis piernas cual comercial de Clorets y me dijo algo así como "bésame". Yo pretendí huir, pero la mujer me persiguió hasta el baño y la parte horrenda del sueño fue la siguiente: Me dice la jovenzuela "ándale, por favor, yo siempre he querido hacerlo con una mujer mayor".
Yo esa clase de bromas no se la tolero a mi subconciente, por muy mío que sea.
Mi pesadilla
Lo anterior no es nada comparado con mi vida en el Nogalar. Una anécdota que no me pareció nada graciosa en su momento es cuando hace dos semanas entré a la parte de los papás de Ana, (que es donde está la cocina, la lavadora, la secadora y todo lo importante de una casa) para lavar mi ropa. Entré y vi que no había nadie, así que con la confianza del mundo puse la lavadora y al terminar metí la ropa a la lavadora. Sin embargo, por ser ésta más tardada, decidí regresar a nuestra parte de la casa (que tiene entrada independiente y no se comunica por dentro) para ver la tele, en el zapping encontré una película y me quedé picada hasta ya muy entrada la tarde. Cuando terminó la película, salí por mi ropa y pues a ver si se me atravesaba algo de comer, pero oh sorpresa, la rejita de la entrada a la parte de los papás de Ana estaba asegurada como fortaleza medieval. Yo dije "bueno, espero al señor, total, a dónde pudo haber ido". Y así me quedé, esperando hasta ya muy entrada la noche. Total, amaneció y del señor ni sus luces. Le hablé a Ana toda desesperada "oye, tu padre no llegó en toda la noche, cerró toda la casa, pero eso no es lo peor, sino que mi ropa está adentro y tengo que ir a trabajar". Yo sé que Ana se estaba muriendo de la risa, pero fue prudente al darme la siguiente información: "Ah, es que mi papá se fue a Laredo".
Mi calvario
Yo creo que no estoy diseñada para dormir sola. Mis hábitos de sueño se alteran, sobre todo cuando pasé 15 días escuchando ladrar a un perro en celo. Sistemáticamente ladraba a las 3:00 y a las 6:00 de la mañana. Digno de una tortura en las mazmorras de la Santa Inquisición o no sé, de película thriller psicológico.
En fin, yo no puedo dormir sola, los perros ladran más fuerte, la oscuridad es más oscura, la noche dura más, me mal viajo más... creo que estoy a punto de pedir un préstamo para reunirme con mis amados.
Mi fin de semana
El sábado pasado asistí a la fiesta de recaudación de fondos para la Primera Semana Lésbico Cultural. La fiesta fue en un lugar llamada Spiika que la verdad me gustó mucho. Es un lugar lindo y con un ambiente, yo diría, afrodisiaco. Todo está muy cachondón. No podía faltar el show de media noche que en esta ocasión fue una botarga de pene y unas monjas con hábito danzando y rindiéndole culto la falo. Sobra decir que las lesbianas no estuvieron ni remotamente interesadas en el espectáculo. Al final, las monjas se deschongaron y nos repartieron condones con singular alegría, mismos que tuve a bien dejar encima de la mesa de noche y yo creo que ya traumé a la chica que hace el aseo. En fin, más adelante vinieron unos bailarines que casi se revientan en el escenario, hicieron acrobacias y contorsiones que yo ni con mil años de pilates podría lograr. Yo creo que la intención del show es lograr algo más elaborado, que sea algo más que un mono o mona haciendo play back de Gloria Trevi.
Mi crónica del olvido
"Woe is me, there goes poor Criseida again whining about her "millions" and her "mansion" and her sorrow she's always drownin' in. And the dad that she never had, and how her childhood was so bad. And how her mom was a...".En fin...
Y a continuación les presento lo que llamo CRÓNICA DE LO QUE ME ESTOY PERDIENDO
Mira, que me la paso al pendiente de este blog para ver a qué horas se le ocurre al DF por fin soltarte a tu familia...
ResponderBorrarOjos que los vieron ir.... ay no, verdad?
ResponderBorrarPues ojalá ya pronto!!!!
Hola Chicas!!
ResponderBorrarQué gusto saber que estarán en la semana L.C., claro que iré a verlas, espero ir a la mayor cantidad de eventos posibles, ya que presicamente en esa semana tengo entregas finales :S
Espero que ya pronto estén de regreso Ana y los bebés.
Bueno ojalá y estén de lo mejor.
Espero poder verlas pronto.
Besos
ánimo!!
ResponderBorrarme encanta venir a leerlas, me quedo con una sensación de paz bien chingona, gracias por estos ratitos de lectura.
Besos a toda la familia.