Adiós a la sonrisa de Tommy Pickles...

Cada quién sus fetiches, solía decirme nuestra amiga Karina cuando vivíamos en el D.F. Cada quién sus fetiches y el mío es de lo más raro... Soy una mami enamorada de las encías de sus hijos. La mayoría de las personas describen ojos, sonrisas, hoyitos en los cachetes, naricitas, manitas, qué se yo, infinidad de cosas cuando describen lo más bonito de sus bebés. Yo pienso primero en sus encías.

Adoro las encías desdentadas de mis hijos. Adoro el hecho de que es lo más bebuno de ser bebés. La carencia de dientes es de lo más tierno que puede haber. Tengo el privilegio de contar con dos pimpollitos de lo más risueños que hay. Son pródigos en sonrisas, las reparten a diestra y siniestra sin timidez alguna. Diego a veces es tan pacheco que hasta dormido las regala. Cuando estuvo internado, aquellos trágicos días, en la unidad de cuidados intermedios, lo más bonito de ir a visitarlo era verlo sonreir y que nos presumiera a mí y al mundo sus preciosas encías desdentadas.

A Diego le encanta colgarse como murciélago, se echa con la cabeza hacia atras y la deja colgando y mientras lo hace ríe y sonríe sin pudor alguno y presume su boca otrora vacía de dientes. Santiago es más pudoroso, sonríe discreto y es muy difícil lograr que nos enseñe las encías, pero cuando lo hace pone un gesto con la nariz arrugada que por alguna extraña razón me recuerda a Tommy Pickles. Santiago siempre me recuerda a alguna caricatura. Se parece a Aang, el Ávatar; se parece a Caillou; es pelón como el hermanito de Pinky Dinky Doo; y definitivamente, ¡es un Rugrat!

Ahora estoy en duelo. Cada uno de mis hijos tiene los dos dientitos inferiores. A Santiago le salieron los dos al mismo tiempo la segunda semana de Julio, al regresar del D.F. A Diego le salió el segundo la semana pasada. Ahora devoran galletas Marías, Gerber, Saladas y Ritz como ratones. Son un par de roedores dispuestos a morder todo a su paso. Adiós a las encías de Tommy Pickles, mis pequeños bebés están (literalmente) a unos pasitos de convertirse en toddlers.