Gira artística
LUEGO de un cúmulo de emociones previas, renuncié a mi antiguo trabajo y Ana, los niños, la mamá de Ana y yo emprendimos una gira artística por la otrora Ciudad de la Esperanza. En lo personal moría por ir a la Ciudad de México bajo cualquier pretexto, así que no dudé en montarme en un avión con todo lo que implica viajar con dos bebés. Llegamos el martes por la noche vía Toluca. La ciudad (ambas ciudades) nos recibieron con calles mojadas y aire fresco. Nuestra casa había crecido algunos centímetros debido a la prominente capa de polvo acumulada por más de seis meses, pero las cosas estaban como las habíamos dejado, sobre todo ese olor tan dulce que a fuerza de velas y demás cosas aromatizantes ha logrado perdurar en sus paredes.
Luego de acomodar a los niños en sus respectivos lugares, Ana y yo nos metimos en la cama y sentimos, por primera vez luego de tantos días, la sensación de estar en casa.
El día siguiente estuvo cargado de adrenalina, de querer hacer todo a la vez. Ese día vimos a Marlene y a Karina. Estuvieron en nuestra casa comiendo tostadas con frijoles que fue parte de nuestra dieta básica durante los últimos meses del embarazo. De verdad, no puedo explicar el gusto que me dio ver a Marlene. Ella y yo estábamos en el club del desempleo justo el año pasado que para matar el tiempo y por falta de recursos dedicábamos nuestras horas al Monopoly o las cartas y sin que Ana se enterara mucho, a veces hasta íbamos al Yak.
Le dio mucho gusto ver a Diego y Santiago, sobre todo porque los conoció al día siguiente de haber nacido, cuando eran tan pequeños que daba miedo romperlos. Nueve meses después, ya no se están quietos, gritan, tocan todo, se mueven... en fin, completamente diferente.
El tiempo pasa...
Y MIS BEBES cada vez me sorprenden más. Antes del viaje, tenía pensado escribir de tantas cosas que me maravillaban en este momento de mi vida. Pensaba escribir que habíamos ido a Valle Oriente a la sección de bebés para que Santiago y Diego jugaran y practicaran sus habilidades. En ese momento, Diego reptaba y Santiago no se animaba más que a sentarse. Debí escribirlo entonces, porque ahora tengo que decir eso y que en el DF se soltaron y ahora mis bebés gatean y no se están quietos. Diego nos sigue (con escalas, claro está) y no hay lugar al que quiera llegar que no sepa que puede. Santiago también, aunque él es cosa rara, no se puede decir que gatee, sino más bien nalguea. De pronto, lo encontramos lejos de donde lo habíamos dejado. Un día, como el duerme en el piso en una colchoneta, despertó casi al amanecer, se incorporó y quién sabe cómo fue a dar a la cama del perro. Nos despertó la risa de travesura que tiene. Lo buscamos en su lugar y nos asustamos, hasta que lo vimos feliz de la vida riendo de que el perro estuviera roncando.
Familias diversas MI FAMILIA POR OPCION
Es parcial, pero ahi va:
A la izquierda, la Tía Genny con Santiago. Enfrente,la Tía Marlene dándole de comer a Diego.
4 comentarios:
...transando de arriba a abajo, ahí va la chilanga banda!!!
qué gusto leerlas y qué gusto que estén de vuelta... y pues para las amistades capitalinas, qué hermoso es siempre saber que se le quiere, que un pedacito o pedazote de uno vive y es necesario, en el corazón de alguien más sin importar la distancia.
Heck
Que lindos crecen esos dos :)
Pues es un gusto el poder haber tenido a toda la familia aca por el DF aunk solo pude estar compartiendo un ratito ( y no pork estuviera cansada ehhh como dicen las malas lenguas jeje).
Ya saben k aki se les kiere mucho y el estar con esos bbs tan hermosos es una gran alegria.
Así k esto no es un adios sino un hasta luego...
Bonita familia!!!!!!!!
Labios
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