Este es un juego que vi en el blog de Crix que me encantó y quiero compartir con ustedes. Se trata, como dice el título, de 8 cosas que nadie nadie pero nadie, sabe sobre mí.
Las instrucciones dicen:
A. Cada jugador comienza con un listado de 8 cosas que nadie conozca acerca de él/ella.
B. Tienen que escribir esas 8 cosas en su blog junto con las reglas del juego.
C. Tienen que seleccionar a 8 personas mas invitar a jugar y anotar sus nombres o el nombre de su blog.
D. No olviden dejar un comentario en los blogs respectivos anunciándoles que han sido invitados a jugar.
1) Cuando yo tenía 8 años, tenía una amiguita con la que solía jugar a las Barbies entre otras cosas. Nunca sentíamos tener suficientes accesorios, pero nuestros padres no podían pagar los artículos de lujo de las muñecas. Así que empezamos a tomarlos sutilmente de las tiendas. Sólo cosas pequeñitas para no sentirnos tan culpables. Un día fuimos ella y yo con mi papá al súper y le dijimos que íbamos a ver muñecas. Cuando ya nos íbamos se acercó un gerente a hablar con él. Se dieron cuenta de una de las cosas que mi amiguita había tomado y mi papá pensó que era ella solamente la que había tomado cosas. Obviamente yo le dije que yo también pero como el gerente únicamente la señaló a ella, él no me quizo creer. Pensó que yo estaba siendo solidaria. Mi papá no le dijo nada a mi mamá para que no se fuera a enojar.
1) Cuando yo tenía 8 años, tenía una amiguita con la que solía jugar a las Barbies entre otras cosas. Nunca sentíamos tener suficientes accesorios, pero nuestros padres no podían pagar los artículos de lujo de las muñecas. Así que empezamos a tomarlos sutilmente de las tiendas. Sólo cosas pequeñitas para no sentirnos tan culpables. Un día fuimos ella y yo con mi papá al súper y le dijimos que íbamos a ver muñecas. Cuando ya nos íbamos se acercó un gerente a hablar con él. Se dieron cuenta de una de las cosas que mi amiguita había tomado y mi papá pensó que era ella solamente la que había tomado cosas. Obviamente yo le dije que yo también pero como el gerente únicamente la señaló a ella, él no me quizo creer. Pensó que yo estaba siendo solidaria. Mi papá no le dijo nada a mi mamá para que no se fuera a enojar.
2) Mi primer beso “de lengüita” fue con mi primo hermano a los 9 años, antes de eso solíamos jugar muchos juegos del tipo del "doctor". En una ocasión, mi abuelita entró al cuarto y nos cachó. Nuestras mamás lo tomaron con mucha calma. La mía no le dijo nada a mi papá para que no se fuera a enojar.... Los jueguitos terminaron cuando mi primo se dio cuenta de que yo le contaba a mi amiguita (la del apartado anterior).
3) Le tomé fotos de despedida a Quítopo, el gato de peluche de mi cuñada antes de mandárselo por paquetería cuando ya no queríamos saber nada de ella. Resulta que ese gato es una especie de símbolo muy complejo entre Crix y su hermana Brenda, pero con el tiempo yo me encariñé con el gato porque hacía cosas especiales como volar, o ignorarte y mandarte a hablar con su cola. Cuando me puse toda digna y le mandé sus cosas a Brenda por mensajería se me rompió el corazón de reconocer que el gato era suyo, así que de "despedida" le hice toda una sesión de fotos con disfraces y todo.
4) Fumo a escondidas porque me da pena que la gente me vea. Yo me había hecho una promesa muy ridícula y personal. si no aprendo a fumar antes de los veinte años no voy a fumar. La verdad es que nunca aprendí muy bien y luego simplemente me dio pena hacerlo delante de la gente, así que ahora me espero a estar completamente sola a que nadie me vea y a veces, una vez al año me pongo a fumar a escondidas.
5) Cuando viví en Valencia, había “ocasiones especiales” en que les tendía la cama a todos mis compañeros de casa y luego les ponía un chocolatito y una postal... Lo malo y triste fue cuando me enteré que ellos estaban seguros de que era la casera la que había tenido ese detalle.
6) Cuando tenía 6 años tuve un pato y se llamaba Qüiqüino, yo me ponía galletas saladas en la boca y las dejaba remojarse para que luego el pato se las comiera. Era alimentación boca-pico, porque yo veía que eso era lo que hacían las pájaras con sus bebés.
7) En una ocasión, cuando era niña, mi mamá empezó a ir con una bruja. Ella le empezó a pedir dinero para que nada me pasara hasta que ya no pudo conseguir más sin decirle a mi papá, así que tuvo que decirle. Él obviamente se sulfuró, pero no con mi mamá, sino con la bruja que la chantajeaba. Él fue a buscarla y la amenazó para que parara y le dijo que si algo me pasaba a mí o a mi mamá se las vería con él. El acoso paró, pero será acaso que la salazón continúa...
3) Le tomé fotos de despedida a Quítopo, el gato de peluche de mi cuñada antes de mandárselo por paquetería cuando ya no queríamos saber nada de ella. Resulta que ese gato es una especie de símbolo muy complejo entre Crix y su hermana Brenda, pero con el tiempo yo me encariñé con el gato porque hacía cosas especiales como volar, o ignorarte y mandarte a hablar con su cola. Cuando me puse toda digna y le mandé sus cosas a Brenda por mensajería se me rompió el corazón de reconocer que el gato era suyo, así que de "despedida" le hice toda una sesión de fotos con disfraces y todo.
4) Fumo a escondidas porque me da pena que la gente me vea. Yo me había hecho una promesa muy ridícula y personal. si no aprendo a fumar antes de los veinte años no voy a fumar. La verdad es que nunca aprendí muy bien y luego simplemente me dio pena hacerlo delante de la gente, así que ahora me espero a estar completamente sola a que nadie me vea y a veces, una vez al año me pongo a fumar a escondidas.
5) Cuando viví en Valencia, había “ocasiones especiales” en que les tendía la cama a todos mis compañeros de casa y luego les ponía un chocolatito y una postal... Lo malo y triste fue cuando me enteré que ellos estaban seguros de que era la casera la que había tenido ese detalle.
6) Cuando tenía 6 años tuve un pato y se llamaba Qüiqüino, yo me ponía galletas saladas en la boca y las dejaba remojarse para que luego el pato se las comiera. Era alimentación boca-pico, porque yo veía que eso era lo que hacían las pájaras con sus bebés.
7) En una ocasión, cuando era niña, mi mamá empezó a ir con una bruja. Ella le empezó a pedir dinero para que nada me pasara hasta que ya no pudo conseguir más sin decirle a mi papá, así que tuvo que decirle. Él obviamente se sulfuró, pero no con mi mamá, sino con la bruja que la chantajeaba. Él fue a buscarla y la amenazó para que parara y le dijo que si algo me pasaba a mí o a mi mamá se las vería con él. El acoso paró, pero será acaso que la salazón continúa...
8) Antes que nada debo decir en mi defensa, o quizás sólo para hundirme más que yo nunca he creído que haya envidia de la buena. Toda la envidia es envidia y punto. Lo que sí es que a veces esa ambición nos ayuda a ser mejores. En fin, una vez dicho eso debo declarar que me matan de envidia los siguientes blogs y sus protagonistas: El de la Chica renacentista, porque se dedica a hacer casi todo el tiempo un montón de cosas con las que yo, sólo por miedo, flojera y/o desidia sueño con hacer. El de los trillizos y sus mamás, porque extraño la parte padre y romántica de estar embarazada y porque ellas además van a tener dos niñas.
En fin, eso fue todo. Y ahora sí, reto al mundo a ver, una sola persona que diga (con excepción de Crix) que ya sabía estas 8 cosas de mí.
Bueno, se supone que debo invitar ahora a 8 personas a que hagan este mismo jueguito en sus blogs. Así que invito a Roma, Hector, Marina, Tilvy y André, Tío Ricky, Rizoma y Oli. Espero que les guste el juego y espero sus respuestas y7 comentarios. Besos.
4 comentarios:
vaya q has tenido una vida turbulenta, pasaste desde ladrona, incestuosa, vouyerista, fumadora y bruja frustada, mucama, lo del pato no se como llamarlo jajaja... pero debo admitir q son cosas bastante freaky jajaja. aunque puedo apostar q muchas personas tienen secretos pero mucho mas increibles que los tuyos. Saludos a los bebos. Muero por una foto con ellos
Bueno, incluso yo no sabía lo de la bruja. Noooo Anita y te faltaron un montón... pero bueno, supongo que esto es lo más publicable...
¡Yo también tuve un pato! Se llamaba "Milo" y era un adorado. Le encantaba comer, comía más que un perro !Glups! Le gustaban los huevos revueltos y los chilaquiles (sin picante) obviamente las migas con huevo lo enloquecían. Cuando no le dabas de comer iba y te armaba un escandalo con ese lenguaje cuac cuac tan sonoro que tienen.
Pero después creció como un ganso y ya no podía vivir aquí (vivia adentro de mi casa) porque defecaba mucho =( Cuando lo llevamos a un rancho el pobre no podía caminar porque sus patitas no conocúan la tierra. !Aún lo extraño! Y es cierto, los piquitos en los labios son deliciosos. Los patos y los gatos son lo mejor =)
Lindo post, Ana.
P'os y'astá la calabaza... que no le digan, que no le cuenten porque a lo mejor le mienten... chimino animal del demonio, sal de tu agujero maldito animal del demonio que te estoy esperando... atrás de la raya que estoy trabajando... señor, señora, señorita... le venimos ofreciendo, le venimos regalando... http://quenoledigan.blogspot.com/
Publicar un comentario