Bueno, más bien habemus yente, porque el portador de tan hermosa piececita dental es nada más y nada menos que el guapísimo de Yego. "...Tiene un solo diente/ orejas de burro/ y un rulo en la frente... " Estas son palabras de Elena Walsh, que de momento describen perfectamente a Diego, aunque en realidad creo que el poema nada tiene que ver con bebitos tiernos. Necesito ponerme más poética porque mi mujer me ha descrito como una activista fría que habla de las cosas de la vida a rajatabla y sin dejos de poesía.
Así que hoy por la mañana cuando apreciaba las hermosas obras de arte que tuvimos a bien crear descubrí en uno de ellos un pedacito blanco que asomaba de su antes desdentada sonrisita bella. Ahora, no se qué fetiche extraño tengo yo, pero siempre me pareció que Diego tenía las encías más bonitas del universo. Probablemente diría lo mismo de Champi, pero el insiste en tener su boquita muy apretadita para que no le veamos las encías, eso sí, tiene una lengüita divina. Mis pedacitos de cielo son tan perfectos que no puedo dejar de maravillarme cada instante que paso viéndolos. Todo el tiempo les tengo que acariciar un cachete o dar un beso en algun huequito que tengan desprevenidos.
Soy una mami acosadora, cada segundo que pasan despiertos los sigo con la mirada. Cada gestito me lo sé de memoria. Me gusta acaraciar sus manitas, enchinarles el pelito con mis dedos índice y pulgar. Paso constantemente mis dedos por sus labios, en una muy antihigiénica muestra de cariño. Los beso, los huelo, les hago cosquillas. Los siento, les soplo en la barriguita. Jugamos riqui-riqui-riqui-ran. Y luego me pierdo en imaginarlos más grandecitos, corriendo por la casa, jalándoles las orejas a por lo menos siete u ocho perros.
Esta mañana, tan perfecta como las demás que paso con ellos, después del gerber de medio día y del berrinche de tengo-sueño-pero-no-me-puedo-dormir, descubrí que mi bebé, el más pequeño de los dos (no hablo de tallas aquí), que mi pequeña morulita espantada, mi Sergio Diego Alfonso Guadalupe Díaz de Berlanga de Alejandro García de Mamá de Mami y de Cloty ya no es un bebecito, ya es un bebesote grande en plena dentición. Ustedes pueden no notar el pequeño punto blanco que despunta en la encía inferior del lado izquierdo (derecho en la foto), pero allí está y llegó para quedarse al menos seis añotes. Y ahora sí, prepárese el mundo porque mi Yego se los va a comer a mordidas. Argh!
Bellos los bebotes y bello el nuevo diente!
ResponderBorrarQué hermosa familia tienen, felicitaciones...
Magui
Bien por ese diente, ahora si es un digno sobrino del tío Ricky.. Niños, sigan creciendo, Ana y Crix... Sigan escribiendo
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