La Navidad es una de las festividades que más animadversión me causa. Hasta hace poco me relajé y empecé a tomarla con mayor calma. Antes ya por estas fechas estaba sufriendo desmayos y úlceras nerviosas porque realmente me ponía al máximo de estrés. Todavía hace tres o cuatro años, me daba ñáñaras la cercanía de la fecha y muchas ocasiones llegué a pensar como opción viable esconderme debajo de la cama y ver el especial de Navidad de TV NUEVO LEÓN. Confieso que sí llegué a ver empezar el programa, pero a la mera hora y ya como a las once de la noche, mi madre me convencía de ir a saludar a la abuela que, como toda abuela mexicana, es la reencarnación de Sara García.
Con mi padre no llevo relación alguna, aunque solíamos vivir en la misma casa. Cuando cenábamos no abríamos la boca y ni mis hermanos ni yo podíamos emitir comentario alguno. Bueno, eso fue al principio, luego nos fue dando flojera opinar.
Supongo que a muchos les sonará familiar lo que contaré a continuación: en nuestras familias, la Navidad es un asunto privado y un halo de incomodidad nos ronda si algún desconocido pretende invitarse al festejo. En la gran mayoría de los casos, nadie ha pasado la Navidad con alguien ajeno al núcleo familiar y las cosas se desarrollan así dependiendo de la situación:
1. Si tienes un noviecito o noviecita, pero no es nada formal. Se ven durante el día, el 24. Algunas ocasiones se verán para comer, en algunas otras se acompañarán para las compras de pánico.
2. Si el noviecito o noviecita es formal ven a la familia política lo más temprano posible, así se puede volver a casa para pasar el grueso del evento a puerta cerrada.
3. En caso de matrimonio, se llega a un acuerdo para decidir con quien se pasa la primera parte y con quien la segunda.
Mi visión de la Navidad hasta los 22 años era completamente limitada a estas tres opciones. Sin embargo, en diciembre de 2000, Ana me invitó a pasar las vacaciones de diciembre en Chiapas con su tía, su primo y su abuela. Empezamos el festejo de una manera muy laica, porque se trataba únicamente de hacer un intercambio de regalos y cenar; nada de ritos como pedir posada, acostar al Niño y demás tradiciones. Luego, poco a poco fueron llegando amigos del primo y aquello se convirtió en la torna - Navidad más increíble de mi vida. En ese momento supe que mi intuición no había fallado y que existían cosas más allá de mis narices y que la diversidad era para mí la respuesta a muchas cosas.
Ahora que estoy en Monterrey, no veo mis opciones claras. Todos tienen (o al menos fingen tener) una familia sólida con quien pasar este sobrevalorado evento. Como recordarán, mi abuela me colgó el teléfono y mi Tía Juanita me dijo que esto de los bebés "eran cosas mías", así que supongo que es más factible pasar las fiestas con Benedicto XVI. Cabe destacar, también, que mi ex familia nuclear sigue en la cuerda floja y si de pronto las cosas se arreglaran, mi vida podría venderse como argumento melodramático a cualquiera casa televisora mexicana.
Los papás de Ana no son mucho de festejos, así que por primera vez en la historia, nos vemos reducidas a nuestra familia nuclear: Ana, Santiago, Diego y yo.
Sé que así es como "debe" ser. Es el orden natural, pero algo dentro de mí se conmueve, algo dentro de mí desea compartir con más gente. ¿Por qué tiene que ser tan cerrado el festejo navideño?
La Navidad ideal, para mí, sería compartirla con quien quiero como familia y que nos respete como tal. Creo que este sentimiento es provocado porque es la primera Navidad que pasaremos con Santiago y Diego y las cosas suceden de modos extraños. Ana y yo estamos recién desempacadas y todavía vivimos con los papás de ella. Hemos estado pensando seriamente la alternativa de ir a pasar la Noche Buena en un VIP´S pero creo que hasta esos cierran temprano: a mi mente acuden miles de imágenes, recuerdo una escena de Santa Cláusula en la que el padre, antes de darse cuenta que es Santa Clós, lleva al niño a cenar a un Denni's. Pienso en la Joya de la Familia, en todas las películas situadas en New York y en aquellos versos de Café Tacvba: Parece mentira que haya tanta vida en este lugar, qué felicidad, parece mentira que entre tanta gente en esta ciudad no tenga a nadie con quien compartir la vista desde mi casa este sábado.... al mediodía.
Y recuerdo la oferta de mi madre, hace dos años:
---"¿Qué te parece, hija, si vamos a comer juntas y en la noche yo me voy con mamá y tú con Ana? Pobrecita, no nos va a durar mucho tiempo, y quiero que se la pase bien los últimos años".
En fin. Es lunes 18 de diciembre. El próximo lunes, el 25, veremos qué nos trajo Santa Clós.
no te preocupes tanto por la navidad solo trata de disfrutar el dia, no tienes que hacer nada en especial, lo mas importante es que estes con la gente que quieres, y en cuanto a VIps tienes razon cierra a las 11.
ResponderBorrarFeliz navidad adelantada para ti y tus familia
'ámonos al 'AL' abierto 24 hrs los 365 días del año!!! En alguna ocasión caí por allá en pleno 24 por la noche con mis padres =P
ResponderBorrarBesos y abrazos
Héctor
No se preocupen, la Navidad es para dar amor y ustedes estoy segura que lo dan a manos llenas entre ustedes y a sus hermosos bebés.
ResponderBorrarYo tengo que ir a pasar la Navidad con mi familia pero me encantaría estar con mi niña. Las felicito por tener la valentía y el coraje de estar juntas y procurar ser felices.
Indudablemente que cambiaría mi Navidad "Tradicional" por una en donde este con mi novia y sin la pesada carga de estar "en el clóset".
Un abrazo de Navidad y un beso a sus bebés.
feliz navidad a los 4 :)
ResponderBorrarme encontre esta revista por ahi y pense que quizas les interesaria darle una revisada http://www.dondeestanloscables.com.mx
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