Hoy 2 de enero, Ana y yo cumplimos tres años de feliz matrimonio. Cabe destacar que decidimos casarnos por cuenta propia y hacer un ritual y hacer votos, así como festejar, renovar y reencontrarnos oficialmente en este evento cada dos de enero. La fecha es algo exótica y arrebatada y la decidimos en un abrir y cerrar de ojos.
Entraba el 2004. Teníamos menos de un mes de vivir juntas. Habíamos platicado de realizar una ceremonia, de tener madrinas, de intercambiar votos, de elegir una fecha de matrimonio para formalizar nuestra relación. Necesitábamos darle seriedad a nuestro compromiso, recordarnos que nos estábamos eligiendo con libertad, con grandes deseos de estar juntas "hasta que la muerte nos separe". Necesitábamos un día para celebrar, para hacer una parada año con año y volver a decirnos que nuestra unión tenía intenciones a largo plazo.
Habíamos celebrado el Año Nuevo con la Tía Meña. Invitamos a Karina y Chuy que a su vez habían invitado a un par de amigas que casualmente también eran de Monterrey. La Tía Meña estaba con el Jesús en la boca, qué diría su madre de no estar muerta. Su hijo, su nuera y su nieto de vacaciones en Chiapas y ella festejando el 31 de diciembre con seis lesbianas.
El día primero, Ana y yo salimos a recorrer y disfrutar la Ciudad de México a nuestras anchas. Ya en la nochecita, a nuestro regreso, escuchamos el mensaje de Karina: nos invitaba a las pirámides de Teotihuacan a cargarnos de buena vibra. Dijo que confirmáramos cuanto antes, no importaba la hora.
Entonces Ana tuvo una epifanía: podíamos realizar nuestra ceremonia allá; era un lugar lindo. Traíamos de moda un sitio en internet que sacaba compatibilidades y cartas astrales, y decidimos meternos a bautizar nuestra boda y sacar su compatibilidad con la nuestra. Y a las dos de la mañana, luego de estar jugando y picándole a las horas, decidimos que la mejor de todas era a las 11:00 am. Llamamos a casa de Chuy para hacerles saber que iríamos y que nos casaríamos en las pirámides. Como bien decía la compatibilidad: "Ocasionalmente, toman riesgos temerarios y pueden tener deseos o metas poco realistas, pero la combinación de sus energías dinámicas puede dar buenos resultados".
La cita era a las 8:00 am en la estación Indios Verdes. Nuestro ritual inició en casa. Tomamos un baño de agua con azúcar. Nos vestimos y tomamos el metro. Estuvimos ahí muy pasadas las ocho de la mañana y yo, que todavía no conocía a Karina, me mortifiqué, pensé que nos habían dejado plantadas.
A las diez de la mañana llegó Karina y demás compañía. Nos fuimos corriendo al paradero J y ella nos dijo que igual y llegábamos en una hora. A las once, apenas íbamos agarrando rumbo, así que, con la pena del mundo, dijimos que la ceremonia tenía que realizarse, nuestras razones eran muy válidas: la carta astral nos garantiza éxito y una relación orientada al matrimonio y los hijos, siempre y cuando fuera a las once. Pusimos a Chuy y a Karina como testigos y madrinas del evento y a las chicas regias como madrinas de lazo. Leímos nuestros votos y nos declararon marida y esposa.
Una vez en Teotihuacan, subimos a la Pirámide de la Luna y proseguimos con el resto. Prendimos velas rojas para el amor, tomamos té de canela y nos pusimos en contacto con las energías espiritualesw y ya casi estábamos alineando nuestros chakras cuando una vela casi nos mete en apuros con el INAH.
El banquete tuvo lugar en el pueblo de San Juan Teotihuacan. Comimos enchiladas y pusimos canciones en una rocola. De regreso, las chicas de Monterrey vinieron con nosotras al departamento y yo, como quería brindar con una botella que había traído de la cosecha de New Mexico, le pedí a una de las chicas que me ayudara a abrirla. Ana estaba en el cuarto y yo sentía que tardaba y tardaba. Serví cuatro vasos y repartí. Cuando Ana apareció, ya habíamos probado el vino. Yo estaba muy sentida porque no había querido brindar conmigo, pero ella estaba más porque me estaba esperando en el cuarto, para hacerlo en privado. Esta escena la recuerdo porque Ana nunca la olvida, incluso antes de empezar a escribir me dijo cual personaje fílmico de familia italiana: "¡ANDA! Pon que te pusiste a brindar con otra!"
En la noche fuimos a un antro de los Cabaretitos y nosotras que estábamos muriendo del cansancio nos recargamos tantito en unos sillones bastante cómodos y caímos muertas. Parecíamos un par de borrachas, pero en realidad yo que había pedido una cerveza la dejé a la mitad. Al salir de ahí, fuimos a una quecas. Señora boda. Casamiento, banquete, brindis, baile ¡y hasta tornaboda!
En el 2005 las cosas fueron también bastante divertidas. Vinimos a Monterrey a pasar la Navidad. En ese entonces, Myrna acababa de regresar con su marido y nos invitaron a quedarnos en su casa y a celebrar las fiestas. Como lo de las pirámides se nos había hecho toda una experiencia surreal, quisimos repetirlo acá, en un lugar turístico y también cargado de buena vibra. Se nos ocurrió que Chipinque era ideal. Citamos a todos nuestros amigos en el supuesto Mc Donald´s de Gómez Morín. Nosotras no teníamos ni idea que hacía chorrocientos años lo habían quitado. Nos dimos cuenta el mero día, cuando en vez de Mc Donald´s vimos un centro comercial y lo más cercano era un Carl´s Jr. La única persona que asistió, aparte de Myrna y David, fue mi hermana Brenda. Manuel y Elva mandaron un mail´que decía algo así como "¿a qué se refieren cuando dicen Mc Donald´s de Gómez Morín, se refieren al de Gonzalitos?". El resto de ellos, según alegaron después, seguían en la cruda del Año Nuevo. Entramos al Carl´s Jr, porque como el año pasado, nos iba a tocar a mitad de camino. Leímos nuestros votos enfrente de Myrna, David y Brenda. Luego tomamos un taxi a Chipinque y paramos en cuanto vimos un chapulinzote. Prendimos las velas, comimos manzanas, tomamos té de canela y ya que terminamos, nos dimos cuenta de que habíamos pensado en cómo subir, no en cómo bajar. Muertos de frío y con la mente en todo el recorrido faltante iniciamos el descenso. Entonces a David se le ocurrió pedir raid. Una camioneta clueca se paró y nos ofreció bajarnos. Myrna estaba embarazada de su tercera hija y cuando el conductor la vio a punto de treparse a la caja, le dijo que se fuera con él en la cabina. Atrás íbamos David, Brenda, Ana y yo, con el frío de enero sabrosón. El señor nos bajó en Morones Prieto y de ahí volvimos en taxi a la casa de David y Myrna.
Para el 2006 pensábamos pueblear en el DF. Yo sugerí ir a Acapulco, pero Ana dijo que las playas en invierno no se le antojaban. Entonces le dije que nos quedáramos en casa, que Cloty y Mercutio podían ser nuestros padrinos y fui por papel y pluma para escribir los votos. La celebración fue muy chistosa, porque al tener al perro y al gato como testigos, me sentí personaje del Piojo y la Pulga.
Obviamente, este 2007 a Santiago y a Diego les tocará ser testigos de la renovación de votos. Pero esa es otra historia y se las contaremos mañana.
5 comentarios:
FELIZ ANIVERSARIO!
Muchos más para ustedes dos...
Un abrazo
Daniela
alías Chica regia madrina de lazo jaja
Mil felicidades!, otro aniversario mas! A mi tambien me parece increible lo rapido que se pasa el tiempo, pronto descubro que la mayoria de los recuerdos que tengo presente son ya casado y empieza a cubrir el polvo los de soltero, me imagino que les pasa igual.
Ya extrañaba ver articulos nuevos, me imagino que tambien se vale tomar vacaciones del blog!
Bueno, pues a ver si nos juntamos pronto de nuevo no, que tal como para el 15 (no estamos el proximo fin)? Las echamos de menos a ustedes y a los bebes.
Felicidades de nuevo.
Se me pasaba decirles! ya existe de nuevo el McDonalds de Gomez Morin! lo abrieron hace apenas 2 semanas, esta un poquito mas arriba, casi llegando a Roberto Garza Sada, un poco mas nice porque ya saben que esta en LA COLONIA (y pronto va a haber IHOPS para quien le gusta en McAllen).
¿IHOPS? ok! Oficialmente me gusta Monterrey!
jajajaja... no p'os de veras que si era cierto que el amor entra por la panza :P
Muchas felicidades por su aniversario, muy feliz y muy productivo año nuevo y mis mejores deseos para uds. sus bebos y todos quienes visitan el blog.
Hector
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