Como algunos de ustedes recordarán, le escribí a la Dra. Plascencia del Hospital Infantil Privado y este pequeño acto desencadenó respuestas muy variadas. Primero me escribió la señorita Alejandra Ortega de la Gerencia de Relaciones Públicas y Servicios Hospitalarios. Me contestó lo siguiente:
Estimada Sra. Crispida Santos
Hemos recibido su comunicado y respetuosamente le comento que nos comunicaremos con usted por parte del área médica luego de solicitar al personal correspondiente sobre su "particular" aplicación de las políticas de visita aplicadas en el área de Neonatal donde estuvo su pequeño.
En breve podremos informarle sobre el informe que emite.
Esperando su amable comprensión
Quedo a sus órdenes hasta pronto
A t e n t a m e n t e
Alejandra Ortega P
Gerencia de Relaciones Públicas
& Servicios Hospitalarios
Mi primera reacción fue de indignación, porque si hay algo que me molesta mucho es el uso inadecuado del corrector de WORD, es decir, mi nombre es Criseida y no Crispida y bueno, como broma lo tolero, pero en un documento tan serio como éste me parece de mal gusto.
La segunda reacción fue de indignación también, porque ¡tantos años de marquesa y no saber mover el abanico! En otras palabras, una persona con un buen nivel de educación sabe que el uso de comillas es, en algunos casos, para remarcar algo con lo cual no comulgamos del todo, de manera que mi "particular" aplicación de las políticas de visita parece que le ofende.
Días después, fuimos a consulta de rutina con la pediatra de Diego y Santiago y nos dijo que alguien del hospital le había llamado para leerle por teléfono la carta. En primer lugar, me felicitó por mi manera tan clara de redactar y exponer el punto, cosa que le agradecí, pese a todo. En segundo lugar, nos dijo que "ahí para la próxima", le dijeramos a ella, faltaba más, ni que fuera algo del otro mundo, que le tuvieramos confianza. Yo, en ese momento me quedé con la boca abierta y hasta dudé un poco de mi memoria, pero Ana me confirmó que, en efecto, le habíamos pedido que por favor hablara con alguien para que me dejaran entrar y que ella había respondido "híjole, es que eso no depende de mí".
Obviamente, se disculpó y dijo que en un futuro contáramos con ella para lo que fuera, que como pediatra era su obligación responder por el niño paciente y, desde luego, apoyar su estructura familiar. Me sentí un poco más tranquila, pero a la vez, confundida, porque el primer día de internado Diego, no nos ofreció este confort.
Finalmente, chequé mi correo y la mismísima Directora Médica del Hospital Infantil Privado había escrito aclarando la situación. Y el mensaje dice así:
Estimada Sra. Criseida Santos Guevara
Le agradezco sus comentarios, esta situación pudo haberse solucionado si sumédico tratante, Dra. Arroyo, o la Sra. Ana de Alejandro se hubieran acercado auna servidora o al Jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales parainformarnos sobre su situación familiar y entonces la autorización de visita sehubiese realizado sin mayor problema. En nuestra Institución no se hacediscriminación alguna y hemos tenido la oportunidad de ofrecer nuestrosservicios a pacientes en condiciones familiares similares y en estos casossiempre hemos cuidado la integridad del paciente y de sus padres, madres otutores, brindándoles las facilidades necesarias.
Espero que Diego Alfonso se encuentre mucho mejor y que junto con Santiago gocen de excelente salud.
A T E N T A M E N T E
Dra. Sandra Plascencia I.
Director Médico
Hospital Infantil Privado
Este último mail me hizo sentir, y a Ana también, que se echan la pelotita unos a otros y no piden disculpas por la molestia directa que nos provocaron. Sobre todo, porque las hostilidades empezaban desde la puerta del estacionamiento del Hospital. Nadie asume la responsabilidad de decir "disculpe las molestias ocasionadas por la falta de capacitación otorgada a nuestro personal". Realmente, sabemos que es el mejor hospital donde lo pudieron haber tratado, porque es un niño y porque es privado. Pero, aparte de abrir camino, también esperábamos una disculpa por no haber respetado nuestra estructura familiar. En principio de cuentas no deberíamos ni siquiera haber tenido que mandar esta carta, porque desde el primer instante en que le dijimos al guardia y a las enfermeras que Diego tiene dos mamás, debieron haberlo tomado como un hecho. Aceptarlo y actuar consecuentemente. Sin señoritas groseras diciendo que la información del recién nacido sólo se le da a la mamá o sin guardias persiguiéndome el último día de hospitalización sólo porque subí a ayudarle con la pañalera a Ana.
Mi preocupación más profunda no es, nuevamente, que los directivos y la pediatra lo entienda, sino que no se les llame la atención a estos empleados o que no se les explique y sensibilice sobre estas situaciones. De ser verdad lo que la Dra. Plascencia dice, ningún policía ni ninguna enfermera se hubiera atrevido a negarme el paso.
5 comentarios:
Cris:
La verdad es que el infantil privado siempre me pareció un hospital tenebroso. Hace años mi sobrino que ahora ha de tener como 33 años casi se muere ahí, no podían saber a que se debían sus fiebres, hasta que lo sacaron y lo llevaron a otro hospital, simplemente tenía Tifo. Era un niño que viviá en provincia y jugaba en con un perro en un corral con paja. La sapienza de esos mediquitos no les dió para buscar los antecedentes, segun ellos esa enfermedad ya estaba erradicada del D.F.
Eso sí, todavía le duele el codo a mi cuñado cuando tuvo que pagar la cuenta.
La verdad sí te creo. Pero bueno, yo también me quise desmayar cuando vi la cuenta de Diego. Como escuché decir a un padre por ahí, literalmente se paga el rescate de los niños...
El servicio es lentisisisisimo llevo 3 horas esperando ser atendida mi niño tiene temperatura... es insopotable... parece Seguro Social...
Hoy justamente me ha ocurrido lo mismo. Mi bebé de 10 meses llega con 39 temperatura y solo me piden le retire la ropa mientras los doctores se duermen. Pésimo hospital.
Hoy justamente me ha ocurrido lo mismo. Mi bebé de 10 meses llega con 39 temperatura y solo me piden le retire la ropa mientras los doctores se duermen. Pésimo hospital.
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